Una de las principales características del ser humano es su gran adaptabilidad a los entornos o distintas situaciones, ya que uno puede acostumbrarse a vivir en un desierto ya sea frío o extremadamente caliente. Las adaptaciones suelen ser más por necesidad que por voluntad, y lo malo es que la falta de voluntad puede afectarnos de manera muy negativa.
Hace unas semanas fuí al CBtis 39 porque un amigo me pidió que le ayudara a automatizar uno de los procesos de inscripción. Debido al poco tiempo que tuve para trabajar, no me quedó de otra que recurrir al "Superpoderoso" e incansable Excel con su programación de Macros en Visual Basic (lenguaje de programación ponzoñoso para muchos). Después de explicarle a 2 personas el funcionamiento (entre ellas el Jefe de Control Escolar en turno), prometí que volvería a la semana siguiente después de la segunda etapa de inscripciones para ver la opinión del departamento y saber el alcance que había tenido la automatización en cuestión del tiempo empleado. ¿Cual fue mi sorpresa? Pregunté al jefe de control escolar cómo les había ido con la segunda etapa de inscripción (en la que expedirían 2000 fichas), y me dijo en tono awitado: "No, pues no lo usamos"... mi primera impresión fue un gran #WTF (¿se nota que hasta en los blogs pongo hashtags? xD), y después me agüité porque sería una carta de presentación con la directora actual. Y todo esto ocurrió debido a que la jefa de secretarias le zacateó y decía que todo estaba bien como actualmente lo manejaban llenando las solicitudes a mano y marcando los números de folio manualmente con un sello.
Esto nos da como resultado que la gente por miedo al cambio y el tiempo de transición a algo que les facilitará la vida y hará que tiren más weba de la que tiran, simplemente elige abstenerse y seguir en las mismas. Estoy de acuerdo que hay gente de edad que es alérgica a la tecnología, como ejemplo pongo a mi madre, que no sabe manejar una computadora (en casa de herrero azadón de palo, yo que soy Informático) pero que desde que tiene celular ha tenido que adaptarse a su uso y solamente perdiéndole el miedo ella sola aprendió a guardar números en la agenda, utilizar recordatorios, programar alarmas y mandar mensajes de texto (confieso que sigue pendiente enseñarle a usar la compu :P).
Actualmente toda la gente (osease la gran mayoría) usa Telcel/Telmex, Telcel porque casi todos tienen telcel y Telmex porque durante décadas no se consideró monopolio. En lo personal, ya estaba harto de Telcel y sus tarifas exorbitantes en planes con internet... fue cuando Iusacell comenzó a hacerme ojitos y vi las tarifas de Internet que eran muy accesibles en comparación y me dije: "¿POR QUÉ NO?" (algo así como el comercial del chicharito pero sin refrescos con endulzantes cancerígenos y cosas así). Al principio solamente pediría el plan y conservaría mi Nokia 5800 y el celular que me dieran se lo pasaría a mi mamá (posiblemente un Nokia C3) pero fueron tan llamativos los planes con teléfonos Android que la transición además fue de Sistema Operativo Móvil.
He de confesar que el cambio no ha sido del todo grato (fallos en la cobertura, y problemas de adaptabilidad al nuevo Sistema Operativo Android, un teléfono con diferencias funcionales muy marcadas a mi teléfono anterior), pero muchas personas trabajan bien con Iusacell, por lo que me acostumbraré al cambio (más porque Symbian es un SO móvil que ya está cavando su tumba).
La nueva noticia es que ahora tendré que capacitar a mi mamá para que le entre al mundo de los Smartphones con el Nokia 5800 Xpress Music... que ella misma se dará cuenta le hará de cierta manera la vida más fácil :)
El objetivo de esta entrada del blog no anuncia que hay que ser "Conformistas" y decir "Si ya lo compré, entonces me chingo", más bien esa es la situación en la que se encuentran muchos con Telcel/Telmex que dicen que es mejor porque todos lo tienen, mas no por los beneficios que ofrecen. Así es como me desprendo parcialmente del Cordón umbilical que me conecta al Imperio Slim (dentro de poco me cambiaré de servicio de Internet y teléfono a Gigacable).
"No preguntes de qué son las salchichas"
"Larga vida y prosperidá"
Permiso SEGOB ASJFSKF!"#EIUSFJASDFIBVN;KÑUO==41234
Hay dos razonamientos bioantropológicos que pudiesen dar un poco de luz a tus cuestionamientos:
ResponderEliminarEn primer lugar está el multicitado elemplo del "paradigma", experimento en el cual ponen en un confinamiento de chimpancés una escalera que va a dar a una suculenta penca de plátanos. Cuando alguno de los simios intenta subir, todos son rociados con agua helada hasta que dejan de intentarlo. Sustituyen a uno de los simios y cuando el neófito intenta escalar, los demás lo bajan agresivamente antes de que venga el refuerzo negativo; así hasta que son sustituidos todos los originales inquilinos de la jaula y la pregunta viene: ¿por qué si ninguno de los que están sufrió el duchazo gélido, siguen castigando la conducta de escalar?
La segunda es la probabilística con la que la vida en el planeta ha logrado sobrevivir: generar un alto número de alternativas, posibilitando que alguna sobreviva. No es, desde luego, ni un método óptimo ni eficiente, sobre todo considerando que es una forma de vida y no una entidad que lo esté planeando (esa estupidez de que la Naturaleza es sabia). Así, siempre habrá individuos que abracen las nuevas prácticas, mientras otros las abominen, con un sesgo claro: es más probable que un individuo que ha logrado sobrevivir bastante tiempo lo siga haciendo mientras mantenga también las prácticas que le han llevado a ese éxito. El instinto así lo marca, aunque por lo general la razón no. Lástima que vivimos en una sociedad que se va más por el sentimiento que por el raciocinio, como lo demuestran los estudios sobre la motivación de la intención del voto.