Recordando esa época en la que uno se creía todo lo que veía en la publicidad en Internet.
Me tocó vivir mi pubertad en esa época en el que el Internet en México aún era un servicio de los que pocos podían gozar, y más hablando de Internet de banda ancha, pues los jodidos usamos por muchos años Internet de Dial-Up. A muchos de ustedes quizás no les tocó ese tipo de conexión, y es que era horrible, pues si alguien descolgaba el teléfono mientras estabas conectado a Internet (porque se ocupaba una llamada por cada conexión a Internet) la conexión se cortaba. En el caso de mi casa, mis papás no nos permitían usar el Internet a la luz del día, pues ocupaban mucho el teléfono y sólo nos estaba permitido conectarnos a Internet por las noches.
En pocas palabras podría decirse que, mi vida en Internet, era nocturna en ese entonces. Además de una que otra conectada a escondidas, que se veía reflejada en el recibo telefónico, pues teníamos incluidas sólo 100 llamadas locales, y las restantes se cobraban. Recuerdo una ocasión en la que mi padre no me castigó, incluso cuando el recibo del teléfono llegó de casi $1,000 MXN, con el registro de todas las llamadas en su mayoría al número del ISP (Internet Service Provider). Hubo un tiempo en el que mi papá no pagó Internet y me pasaron un usuario y contraseña con otro ISP, una supuesta clave pirata, de la que mi papá se tuvo que aguantar a pagar la cuenta del teléfono, pues era "Internet Gratis con restricciones".
