jueves, 26 de noviembre de 2015

Pendejada Rápida #001: Cinépolis VIP

Anoche me invitaron a ver la última película de "Los juegos del Hambre" (y digo me invitaron porque no tenía nada de dinero u____u) y quedamos de vernos en el Cinepolis de Altaria para ponernos de acuerdo qué función sería la que veríamos.

Después de comprar los boletos y esperar más o menos una hora finalmente entramos. Era la primera vez que entraba a esa sala en Cinepolis, ya había entrado anteriormente a Cinemex Platino antes de que lo quitaran.

El menú menciona que hagas tus órdenes de comida durante máximo los 15 minutos de película. Tras revisar el menú me di cuenta que no estaba tan caro, el problema es que la mayoría de la comida la daban en paquete y era lo que encarecía cualquier pedido. Quedamos entre todos en que sería mejor ir a cenar fuera porque comeríamos más y saldría más barato, por lo que decidimos solamente ver la película.


Tras 15 minutos de comerciales (como es lo usual hoy en día) la película finalmente comenzó, mientras los "meseros" (si es que así se les puede llamar) tomaban órdenes de una sala que parecía casi llena... hasta aquí, todo bien, excepto cuando comienzo a intentar recordar en qué se había quedado la película anterior (tardé como 10 minutos en darme cuenta qué estaba pasando)... y entonces, comenzó el problema:

Al ser una película subtitulada, los meseros tanto de mi fila como de las posteriores más abajo estorbaban y no dejaban ver bien los subtítulos, cosa que ocurrió una gran cantidad de veces y que de repente me hacía perder el hilo de la conversación en la trama del largometraje, incluyendo que el mesero estaba atendiendo a los de mi lado y no podía concentrarme en lo que estaba ocurriendo; después el mesero volteó y nos dijo: "Jóvenes, "¿ya los atendieron?", mientras yo contestaba "No, estamos bien" haciendo ademán de "Lárgate por favor".

Para no hacer el cuento largo, les llevaron la comida a la gente y me di cuenta que en esas salas es muy fácil distraerte, sin contar a los meseros, también puedes ver tus pies y te mueves fácil y pues no es lo mismo que en una sala normal, además de que la pequeña mesa para poner las chucherías para comer estorba en ciertos ángulos del sillón reclinable.


Después de terminar la película (que por cierto, superó mis expectativas en una trama que a lo largo de la saga se me hizo un poco sosa) me había dado cuenta que los de a lado habían pedido bastante comida, al grado que tuvieron que poner las palomitas en la mesita que divide cada par de asientos. ¿Cuál fue mi sorpresa? Cuando la sala estaba ya casi vacía me di cuenta que apenas y tocar las palomitas, pero yo ya tenía mucha hambre, así que dije #YOLO y comencé a comerme las palomitas.


Al final salimos con tres envases de palomitas de los cuales dos tenían más de la mitad y el tercero casi estaba lleno.

¿Qué me quedó de esta ida al cine?

1. Si no te interesa tanto la película ve a las salas VIP, porque también puedes botanear mientras ves la película.
2. Si te interesa centrarte en la película, ve a una sala normal, los asientos no son tan cómodos pero no te despiertan a la realidad de que el mesero le está dando su cambio a los de a lado ¬¬.
3. Palomitas gratis en el VIP porque todos compran las palomitas por costumbre y las dejan hasta el final.

FIN

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